Bitcoin: La Reserva de Valor Digital
Bitcoin, creada en 2009 por Satoshi Nakamoto, se destaca por ser la primera criptomoneda exitosa. Su naturaleza descentralizada, resistencia a la censura, inmutabilidad, oferta limitada y otras características especiales, hacen que Bitcoin se diferencie de las demás criptomonedas. Mientras que la gran mayoría de criptomonedas han sido emitidas por una persona u organización, Bitcoin no tiene una entidad emisora y no hubo un evento de recaudación de fondos para financiar su creación.
Cuando Satoshi Nakamoto decidió crear Bitcoin, su intención era concebir un activo que no dependiera de los gobiernos ni los bancos centrales. Un activo independiente de los poderes tradicionales, que cualquier persona pudiera almacenar, recibir y enviar sin necesidad de registrarse frente a un tercero o tener que pedirle permiso a alguien. Un activo con una oferta definida y limitada, que no pudiera ser alterada por la subjetividad humana. Un activo que eventualmente pudiera ser usado como moneda, sin necesidad de ser impuesto por el Estado, sino como resultado natural del mercado.
Algunas de las características de Bitcoin que lo hacen deseable como inversión lo han llevado a ser comparado con el oro, sirviendo como una reserva de valor en el mundo digital. Incluso, es común ver referencias a Bitcoin como el oro digital o el oro 2.0. La seguridad demostrada en sus más de 15 años de existencia y la narrativa de ser un activo de refugio, hacen que Bitcoin aparezca cada vez con mayor frecuencia en todo tipo de carteras de inversión. Incluso, desde la aprobación de varios ETFs de Bitcoin en Estados Unido, el 10 de enero de 2024, diversos asesores financieros y reconocidos inversores han sugerido públicamente disponer de un pequeño porcentaje de BTC en cualquier portafolio para mejorar su rentabilidad y aumentar su diversificación, mejorando el sharpe ratio.
Ethereum: La Computadora Global
Ethereum, ideada por Vitalik Buterin, es una plataforma basada en la misma tecnología de Bitcoin, que permite crear contratos inteligentes y aplicaciones descentralizadas (dApps). La idea original detrás de Ethereum era crear un superordenador mundial, en el que cualquier persona pudiera escribir código imparable. El principal uso de la red de Ethereum ha sido la construcción de proyectos enfocados en finanzas descentralizadas, también conocidas como DeFi, que permiten ofrecer productos y servicios financieros abiertos y con la posibilidad de acceder desde cualquier lugar del mundo.
Ether, el activo nativo de la red de Ethereum, fue emitido por la Fundación Ethereum en una oferta inicial de monedas (ICO por sus siglas en inglés) realizada en 2014. En esta ICO, la Fundación Ethereum recaudó del público cerca de USD 18.3 millones, que fueron destinados a completar el desarrollo de la plataforma.
Después de la creación de Ethereum y la criptomoneda ETH, empezaron a aparecer otros proyectos similares como Cardano, Tron, Solana y BSC, cada una con su propia criptomoneda o token nativo. Estos proyectos buscaban ofrecer las mismas funcionalidades que Ethereum, con algunas ventajas como mayor velocidad, escalabilidad y facilidad para crear contratos inteligentes.
Mientras que Bitcoin representa principalmente una innovación económica y monetaria, Ethereum y sus competidores representan más que todo una innovación tecnológica.
Consideraciones relevantes para los inversores
Pensando en el largo plazo, la solidez y simplicidad de Bitcoin, combinada con su histórica resistencia a cambios y su estructura claramente definida, lo hacen un candidato más probable para perdurar en el futuro. Mientras que el ecosistema de Ethereum podría considerarse como más innovador y flexible, sus constantes modificaciones, como la transición a un algoritmo de consenso y los múltiples cambios en su política de emisión, plantean algunas preguntas sobre su estabilidad a capacidad de sobrevivir en el futuro.
La manera en que se crearon BTC y ETH también suscita diferencias fundamentales entre ambos activos. Por un lado, la totalidad de los BTC en circulación han sido creados por un proceso conocido como la minería de Bitcoin, en el que distintas entidades compiten con poder computacional para intentar recibir nuevos BTC. Debido a que no hay una entidad central que controle el proceso de creación de nuevos Bitcoin, la naturaleza de este activo es claramente un commodity o materia prima, y así lo reconocen varias agencias regulatorias alrededor del mundo.
Por otro lado, la emisión original de ETH fue organizada por la Fundación Ethereum, que además de vender unos tokens al público también asignó un porcentaje importante del suministro inicial a sus fundadores y algunos colaboradores que hicieron el proyecto posible. Adicionalmente, al existir un grupo de personas que se pueden poner de acuerdo para cambiar las reglas de emisión de ETH, algunos consideran que Ethereum se asemeja más a un valor, alineándose con la estructura y operación de una empresa.
BTC o ETH en Tu Cartera: Diversificación y Riesgo
Al contemplar la inclusión de BTC o ETH en una cartera de inversión, es importante entender que, aunque ambos son criptoactivos, sus riesgos son diferentes y el rol que pueden cumplir dentro de un portafolio es distinto. A pesar de su alta volatilidad, BTC podría considerarse como un activo de reserva que ofrece protección frente a la devaluación de la moneda y la irresponsabilidad de los bancos centrales. Mientras tanto, ETH podría tener un rol más especulativo y considerarse como una apuesta en el sector de la tecnología blockchain y las finanzas descentralizadas.
En conclusión, invertir en Bitcoin o Ethereum no tiene que ser una decisión excluyente. Incluso, ambos activos podrían tener un rol complementario dentro de un portafolio diversificado. Mientras que Bitcoin puede ser considerado como una inversión más segura, estable y con mejor relación riesgo-beneficio, a pesar de ser un activo más riesgoso Ethereum ofrece un potencial de valorización interesante debido a la innovación que ocurre dentro de su ecosistema.
Como siempre, la decisión final debe recaer en cada inversor. Un inversor diligente debería considerar ambos activos y tomar su decisión basado en su perfil de riesgo y después de comprender sus diferencias fundamentales.
Nota importante
Este artículo no pretende ofrecer ningún consejo de inversión y por lo tanto no debe ser tomado como tal. La inversión en criptoactivos no está regulada en algunos países, puede no ser adecuada para inversores minoristas y puede llevar a la pérdida de la totalidad del importe invertido. Por estos motivos, cada inversor debe hacer su propia investigación y tomar sus propias decisiones.